4 Recetas con Carozos de Temporada que Tienes que Probar Antes que se Acabe el Verano
Si hay algo que define al verano, además del calor y las vacaciones, son los carozos. Esos duraznos jugosos que te ensucian toda la mano al morderlos, las ciruelas que explotan de dulzor, los damascos que huelen a infancia. Pero acá va el dato que tal vez no sabías: la temporada de carozos es más corta de lo que pensamos.
Estamos en pleno peak ahora, en noviembre y diciembre, pero en un par de meses más, los carozos ya no serán los mismos. La fruta que encuentres en enero o febrero ya viene de cámaras de frío, importada, o simplemente no tiene ese sabor intenso que caracteriza a la fruta de temporada. Ese durazno que compraste en noviembre y que gotea jugo por todos lados no es el mismo que encontrarás en marzo, cuando la temporada ya pasó.
Por eso esta guía existe: para que aproveches AHORA, mientras los carozos están en su mejor momento. Y cuando decimos "mejor momento", nos referimos a esos duraznos con alguna manchita, las ciruelas con formas raras, los nectarines que el supermercado rechaza porque no lucen perfectos. Esos carozos imperfectos que llegan en tus cajas Maifud estas semanas son los que tienen más sabor, más jugo, más historia.
Te traemos 4 recetas que van desde lo súper simple (una mermelada que haces en 30 minutos) hasta lo más sofisticado (un clafoutis francés que va a impresionar a cualquiera), pasando por opciones saladas y saludables. Porque los carozos no son solo para comerlos al desayuno o hacer un postre obvio. Los carozos dan para mucho más.
¿Por qué aprovechar los carozos AHORA?
Antes de meternos en las recetas, déjanos contarte por qué es tan importante que aproveches esta ventana de tiempo.
La fruta de carozo tiene una temporada super específica en Chile. Los duraznos, damascos, nectarines, ciruelas y cerezas están en su peak de sabor entre noviembre y enero. Después de eso, lo que encuentres en el mercado probablemente viene de cámaras de conservación o de importación, y créenos: no es lo mismo.
La fruta de temporada no solo sabe mejor, también es más barata (porque hay abundancia), más nutritiva (porque se cosecha en su punto justo de maduración), y más sostenible (porque no necesita viajar miles de kilómetros ni estar meses en cámaras de frío consumiendo energía).
Pero hay otro punto importante: muchos carozos que llegan a Maifud estas semanas son los que el retail rechaza por razones estéticas. Un durazno con una manchita café no es menos dulce ni menos jugoso, pero los supermercados lo descartan porque "no se ve bien". El resultado es que toneladas de fruta perfectamente comestible terminan como desperdicio.
Cuando aprovechas estos carozos imperfectos en su temporada, estás haciendo tres cosas a la vez:
- Comiendo la fruta más rica del año
- Ahorrando plata (porque la fruta imperfecta es hasta 30% más barata)
- Evitando que termine en la basura
Ahora sí, vamos a las recetas. Y ojo: si después de leer esto te dan ganas de llenar tu cocina de carozos, recuerda que además de lo que llega en tus cajas de suscripción estas semanas, puedes conseguir más carozos a granel en tienda.maifud.cl.
1. Mermelada Casera Express de Carozos
Partamos con la receta más simple y más práctica de todas. Esta mermelada es tu salvavidas cuando tienes carozos que están muy maduros, con golpes, o que simplemente ya no lucen "bonitos" pero siguen estando deliciosos.
La belleza de esta receta es que no necesitas conocimientos avanzados de repostería, no necesitas termómetro especial, y en 30 minutos tienes lista una mermelada casera que te va a durar semanas en el refrigerador. Además, funciona con cualquier carozo o mezcla de carozos que tengas a mano.
¿Por qué hacer mermelada?
Porque es la mejor forma de aprovechar fruta que está en ese punto donde ya está demasiado madura para comerla fresca, pero todavía está perfecta para cocinar. Ese durazno que tiene un golpe café en un costado, ese damasco que está super blando, esas ciruelas que nadie quiere porque "se ven feas": todos terminan siendo una mermelada increíble.
Y acá va el secreto que cambia todo: la fruta muy madura tiene más azúcar natural, lo que significa que necesitas agregar menos azúcar a tu mermelada. Lo "imperfecto" literalmente se convierte en el regalo perfecto.
Ingredientes
- 1 kg de carozos mixtos (duraznos, damascos, nectarines, ciruelas - usa lo que tengas)
- 400-500 g de azúcar (ajusta según lo dulce que quieras)
- Jugo de 1 limón
- 1 ramita de canela (opcional)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Preparación
- Prepara la fruta: Lava bien todos los carozos. Córtalos por la mitad, saca el carozo (guárdalos para hacer un té después, no los botes), y pica la pulpa en trozos medianos. No te preocupes si algunos pedazos tienen golpes o manchas café, todo eso va a desaparecer al cocinar.
- A la olla: Pon toda la fruta picada en una olla grande (ojalá de fondo grueso). Agrega el azúcar y el jugo de limón. Revuelve bien y deja reposar 10 minutos. Vas a ver cómo la fruta empieza a soltar su jugo natural gracias al azúcar.
- Cocina a fuego medio-alto: Pon la olla al fuego y lleva a hervor, revolviendo cada cierto rato para que no se pegue. Una vez que hierve, baja a fuego medio y cocina por 20-25 minutos, revolviendo más seguido.
- El punto perfecto: ¿Cómo sabes cuándo está lista? La mermelada tiene que verse espesa y brillante. Un truco: pon una cucharadita de mermelada en un platito frío, espera 30 segundos, y pasa tu dedo por el medio. Si la mermelada no vuelve a juntarse inmediatamente, está lista. Si todavía está muy líquida, cocina 5 minutos más y vuelve a probar.
- Enfría y guarda: Retira del fuego, saca la ramita de canela si la usaste, y deja enfriar un poco. Pasa la mermelada a frascos limpios y bien secos. Una vez que esté completamente fría, tapa y guarda en el refrigerador.
Tips Maifud
- Textura: Si te gusta la mermelada más chunky con pedazos de fruta, déjala así. Si la prefieres más lisa, usa un pisapapas o tenedor para machacar algunos trozos mientras cocina.
- Conservación: Esta mermelada dura 3-4 semanas en el refrigerador. Si quieres que dure más, puedes congelarla en porciones pequeñas.
- Mix de carozos: No tengas miedo de mezclar. Durazno con ciruela es una combinación increíble. Damasco con nectarín plátano también. Experimenta con lo que tengas.
- Regalos: Esta mermelada en un frasco bonito con una etiqueta casera es el regalo perfecto. Literal: tomaste algo "imperfecto" y lo convertiste en algo especial.
- Menos azúcar: Si quieres reducir el azúcar, usa 300g en vez de 500g, pero ten en cuenta que la mermelada va a durar menos tiempo en el refrigerador (máximo 2 semanas).
2. Clafoutis de Carozos (El Postre Francés que Tienes que Conocer)
Si nunca has probado un clafoutis, prepárate para enamorarte. Este postre francés es básicamente un término medio entre un flan, un panqueque grueso y un pastel. Suena raro, pero el resultado es mágico: una textura suave y cremosa con explosiones de fruta jugosa en cada bocado.
Lo mejor es que parece super sofisticado cuando lo sirves, pero la verdad es que es ridículamente fácil de hacer. Básicamente mezclas todo en un bowl, lo echas en un molde con fruta, y el horno hace todo el trabajo.
¿Por qué clafoutis?
Porque funciona con CUALQUIER carozo o mezcla de carozos. Cerezas, ciruelas, duraznos, damascos, nectarines... todos quedan increíbles. Y acá viene el dato: el clafoutis tradicional se hace con cerezas enteras CON carozo (sí, leíste bien), porque se supone que el carozo le da más sabor. Obviamente puedes sacarlos si quieres, pero si estás haciendo la versión con cerezas, prueba dejarlos y avisa a tus invitados.
Además, el clafoutis es uno de esos postres que se ve impresionante cuando sale del horno, todo inflado y dorado, y que queda perfecto para fotos de Instagram.
Ingredientes
Para el molde:
- 500 g de carozos mixtos (cerezas, ciruelas, damascos, duraznos - usa tu mezcla favorita)
- 1 cucharada de mantequilla para enmantecar el molde
- 2 cucharadas de azúcar para espolvorear el molde
Para la masa:
- 4 huevos
- 100 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 80 g de harina
- 250 ml de leche
- 50 ml de crema
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Ralladura de 1 limón (opcional pero recomendado)
Para servir:
- Azúcar flor para espolvorear
- Helado de vainilla o crema batida (opcional pero delicioso)
Preparación
- Prepara el horno y el molde: Precalienta el horno a 180°C. Enmanteca generosamente un molde redondo de 24-26 cm (puede ser de cerámica, vidrio o metal). Espolvorea con las 2 cucharadas de azúcar y mueve el molde para que quede bien cubierto. Este paso es clave para que el clafoutis no se pegue.
- Prepara la fruta: Si usas cerezas, lávalas bien y puedes dejarlas enteras (con carozo) o descarozarlas, tú decides. Si usas duraznos, nectarines o damascos, córtalos en mitades o cuartos según el tamaño. Las ciruelas puedes cortarlas por la mitad. Acomoda la fruta en el fondo del molde, bien distribuida.
- Prepara la masa: En un bowl grande, bate los huevos con el azúcar y la pizca de sal hasta que esté bien mezclado (no necesitas batir hasta punto letra, solo integrar bien). Agrega la harina y mezcla hasta que no queden grumos.
- Agrega los líquidos: Incorpora la leche, la crema, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Mezcla bien hasta tener una masa líquida y homogénea, parecida a una mezcla de panqueques pero un poco más espesa.
- Vierte y hornea: Vierte la masa sobre la fruta en el molde. La fruta va a flotar un poco hacia arriba, y eso está perfecto. Hornea por 40-45 minutos, hasta que el clafoutis esté inflado, dorado en la superficie, y firme al tacto en el centro.
- Enfría y sirve: Deja enfriar en el molde por al menos 15 minutos. El clafoutis se va a desinflar un poco, es normal. Espolvorea con azúcar flor justo antes de servir. Se puede comer tibio o a temperatura ambiente.
Tips Maifud
- Textura perfecta: El clafoutis debe quedar firme por fuera pero con una textura cremosa por dentro, casi como un flan. Si después de 45 minutos todavía se ve muy líquido en el centro, dale 5-10 minutos más.
- Alcohol opcional: Si quieres darle un toque más adulto, puedes macerar los carozos en 2 cucharadas de amaretto, kirsch o pisco por 30 minutos antes de armar el clafoutis.
- Almendras: Una variación clásica es agregar 50g de almendras molidas a la masa. Le da una textura más densa y un sabor increíble.
- Leftovers: El clafoutis se puede guardar tapado en el refrigerador por 2-3 días. Algunos dicen que está incluso mejor al día siguiente, cuando los sabores se han integrado más.
- Mix visual: Si quieres que se vea super bonito, usa diferentes carozos con colores distintos: cerezas rojas, damascos naranjos, ciruelas moradas. El contraste queda hermoso.
3. Ensalada de Burrata con Carozos Asados y Reducción de Balsámico
Ahora nos vamos al lado salado, porque los carozos no son solo para postres. Esta ensalada es perfecta para esas tardes de verano donde quieres comer algo liviano pero sofisticado, algo que se vea bien en Instagram pero que sea fácil de hacer.
La combinación de carozos asados (que se caramelizán un poco en el horno), burrata cremosa, rúcula con ese toque amargo, y una reducción de balsámico dulce es simplemente adictiva. Es el tipo de plato que sirves en un almuerzo con amigas y todas te preguntan la receta.
¿Por qué asar los carozos?
Porque asar fruta de carozo concentra sus azúcares naturales y le da una textura completamente diferente. Los duraznos o nectarines asados se vuelven más dulces, más suaves, casi como confitados. El contraste entre lo dulce de la fruta, lo cremoso de la burrata, y lo amargo de la rúcula es lo que hace que esta ensalada sea tan especial.
Además, esta receta es súper versátil. ¿No tienes burrata? Usa mozzarella o queso de cabra. ¿No tienes rúcula? Usa espinaca baby o mix de lechugas. La base de carozos asados funciona con casi todo.
Ingredientes
Para los carozos asados:
- 4-5 carozos medianos (duraznos, nectarines o ciruelas)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de miel
- Pimienta negra recién molida
- Sal de mar
Para la ensalada:
- 2 burratas (de 125g cada una)
- 2-3 tazas de rúcula fresca
- 1/4 taza de almendras fileteadas, tostadas
- Hojas de albahaca fresca
Para la reducción de balsámico:
- 1/2 taza de vinagre balsámico
- 1 cucharada de miel o azúcar
Para terminar:
- Aceite de oliva extra virgen
- Sal de mar en escamas
- Pimienta negra recién molida
Preparación
- Haz la reducción de balsámico: Pon el vinagre balsámico y la miel en una ollita pequeña a fuego medio. Deja que hierva suavemente, revolviendo de vez en cuando, hasta que se reduzca a la mitad y tenga consistencia de jarabe ligero (unos 10-12 minutos). Debe cubrir el reverso de una cuchara. Retira del fuego y deja enfriar. Se va a espesar más al enfriarse.
- Prepara los carozos: Precalienta el horno a 200°C. Lava los carozos y córtalos por la mitad, saca el carozo. Si son muy grandes (como duraznos grandes), puedes cortarlos en cuartos.
- Condimenta: En un bowl, mezcla los carozos cortados con el aceite de oliva y la miel. Espolvorea con un poco de sal y pimienta negra. Revuelve bien para que todo quede cubierto.
- Asa: Coloca los carozos en una bandeja para horno, con el lado del corte hacia arriba. Asa por 15-20 minutos, hasta que estén dorados en los bordes y suaves pero no deshechos. Algunos bordes pueden caramelizarse un poco, eso es perfecto. Saca del horno y deja enfriar un poco.
- Tuesta las almendras: Mientras los carozos se asan, pon las almendras fileteadas en una sartén seca a fuego medio. Tuéstalas, moviendo la sartén constantemente, hasta que estén doradas y fragantes (2-3 minutos). Cuidado que no se quemen. Retira inmediatamente a un plato.
- Arma la ensalada: En un plato grande o tabla de servir, coloca una base de rúcula. Rompe las burratas con tus manos y distribúyelas sobre la rúcula. Acomoda los carozos asados alrededor y encima de la burrata.
- Termina el plato: Esparce las almendras tostadas sobre todo. Rompe algunas hojas de albahaca fresca con tus manos y distribúyelas. Rocía con la reducción de balsámico en hilos finos (usa una cuchara o una botellita). Termina con un generoso chorro de aceite de oliva, sal de mar en escamas, y pimienta negra recién molida.
Tips Maifud
- Temperatura: Esta ensalada funciona mejor cuando los carozos están tibios o a temperatura ambiente, no fríos del refrigerador. El contraste de temperatura con la burrata fría es parte de lo rico.
- Burrata 101: La burrata es mozzarella rellena con crema. Cuando la rompes, la crema debe salir. Si no encuentras burrata, puedes usar mozzarella de búfala o queso de cabra.
- Make ahead: Puedes asar los carozos y hacer la reducción de balsámico con hasta 2 días de anticipación. Guarda todo en el refrigerador y arma la ensalada justo antes de servir.
- Variaciones: Agrega jamón serrano o prosciutto para una versión más contundente. Cambia las almendras por pistachos o nueces caramelizadas. Usa duraznos conserveros si quieres algo más firme y dulce.
- Pan: Esta ensalada pide a gritos un buen pan para mojar en toda esa mezcla de crema de burrata, aceite y reducción de balsámico. No lo desperdicies.
4. Smoothie Bowl Energético de Carozos
Terminamos con la opción más rápida, saludable y refrescante de todas. Este smoothie bowl es perfecto para esas mañanas de verano donde el calor no te deja con ganas de comer algo pesado, pero necesitas energía para arrancar el día.
La mejor parte es que esta receta es ideal para usar carozos que están muy maduros, casi pasados. Esos duraznos que están super blandos, los nectarines que ya nadie quiere comer frescos porque están demasiado jugosos: perfectos para un smoothie. La fruta muy madura tiene más azúcar natural, lo que significa un smoothie más dulce sin necesidad de agregar azúcar extra.
¿Por qué smoothie bowl y no solo smoothie?
Porque el bowl te permite agregar toppings que le dan textura, crunch, y hacen que sea una comida completa en vez de solo una bebida. Además, es mucho más instagrameable y satisfactorio comer un bowl con cuchara que tomar un smoothie con bombilla.
Este bowl combina la cremosidad de los carozos congelados con el boost de proteína del yogurt y mantequilla de maní, más la fibra y omega-3 de las semillas de chía. Es energía pura en un bowl.
Ingredientes
Para el smoothie base:
- 2 tazas de carozos congelados (duraznos, nectarines, damascos - usa lo que tengas)
- 1 plátano congelado
- 1/2 taza de yogurt natural o griego
- 1/2 taza de leche (puede ser leche de almendras, de avena, o la que prefieras)
- 1 cucharada de mantequilla de maní o almendras
- 1 cucharadita de miel (opcional, solo si tus carozos no están muy dulces)
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
Para los toppings:
- Granola casera o comprada
- Carozos frescos en rodajas (duraznos, ciruelas, damascos)
- Semillas de chía
- Coco rallado
- Almendras fileteadas o nueces picadas
- Un chorrito de miel
- Hojas de menta fresca (opcional pero refrescante)
Preparación
- Congela la fruta de antemano: Este paso es clave. Si tus carozos no están congelados, pícalos, ponlos en un recipiente hermético o bolsa ziplock, y congélalos al menos 4 horas o idealmente toda la noche. Lo mismo con el plátano. La fruta congelada es lo que le da esa textura espesa y cremosa al smoothie bowl.
- Licúa todo: Pon en la licuadora los carozos congelados, el plátano congelado, el yogurt, la leche, la mantequilla de maní, la miel (si usas), y la canela. Licúa a velocidad alta hasta que todo esté completamente suave y cremoso.
- Ajusta la consistencia: El smoothie debe quedar ESPESO, como helado suave. Si está muy espeso y la licuadora no lo procesa bien, agrega un poco más de leche, una cucharada a la vez. Si quedó muy líquido, agrega más fruta congelada o unos cubitos de hielo.
- Sirve: Vierte el smoothie en un bowl grande. Usa una espátula para dejarlo bien distribuido y con la superficie pareja.
- Decora con toppings: Acá viene la parte divertida. Organiza tus toppings de forma bonita: rodajas de carozos frescos en un lado, granola en otro, esparce las semillas de chía, el coco, las nueces. Agrega un chorrito de miel por encima y unas hojitas de menta si quieres ese toque extra de frescura.
- Come inmediatamente: Los smoothie bowls se comen rápido, antes de que se derritan. Agarra tu cuchara y disfruta.
Tips Maifud
- Protocolo de congelación: Cuando recibas tus carozos imperfectos de Maifud y veas que algunos están muy maduros, pélalos, pícalos en trozos, y congélalos inmediatamente. Así siempre tienes fruta lista para smoothies. Duran hasta 3 meses en el congelador.
- Sin licuadora potente: Si tu licuadora no es muy potente, deja que la fruta congelada se descongele un poco (5-10 minutos a temperatura ambiente) antes de licuar. También ayuda cortar la fruta en trozos más pequeños antes de congelar.
- Boost de proteína: Agrega una cucharada de proteína en polvo si vas a hacer ejercicio después, o si quieres que el bowl te mantenga lleno por más tiempo.
- Versión verde: Para una versión más nutritiva, agrega un puñado de espinaca baby a la mezcla. No vas a sentir el sabor pero sí obtienes vitaminas extra. El color va a cambiar a un tono más oscuro, pero sigue siendo rico.
- Sin plátano: Si no te gusta el plátano o no tienes, puedes usar aguacate congelado (suena raro pero funciona perfecto) o simplemente más carozos congelados. El plátano le da cremosidad y dulzor, pero no es imprescindible.
- Toppings ilimitados: Otros toppings que funcionan increíble: arándanos frescos, frambuesas, mantequilla de maní extra, nibs de cacao, polen de abeja, semillas de hemp, chips de plátano, o incluso un poquito de chocolate rallado.
El Momento es Ahora: Aprovecha la Temporada de Carozos
Acá está la realidad: la temporada de carozos no dura para siempre. Estamos en el momento peak, ese período donde la fruta está más sabrosa, más jugosa, más perfecta, aunque no luzca "perfecta" según los estándares del supermercado.
En un par de meses, los carozos van a ser más caros, menos sabrosos, y probablemente importados de lugares lejanos. Ese durazno que gotea jugo y te ensucia toda la mano en noviembre no es el mismo durazno seco y sin sabor que vas a encontrar en marzo.
Por eso estas recetas no son solo ideas para cocinar. Son una invitación a aprovechar AHORA. A llenar tu cocina de carozos imperfectos, esos con manchas, esos con formas raras, esos que el retail descarta pero que tienen el mismo sabor (o mejor) que los "perfectos".
Y si después de leer todo esto te diste cuenta que necesitas más carozos de los que llegaron en tu caja de suscripción esta semana, recuerda que puedes encontrar más a granel en tienda.maifud.cl. Duraznos, damascos, nectarines, nectarín plátano, ciruelas, duraznos conserveros... todo lo que necesitas para probar estas recetas antes de que se acabe la temporada.
Porque al final del día, aprovechar la temporada de carozos no es solo cocinar. Es entender que lo imperfecto puede ser lo más delicioso, que lo que el retail descarta puede ser tu mejor comida de verano, y que rescatar fruta antes de que termine en la basura es una forma simple pero poderosa de comer mejor y más consciente.
La temporada es corta. Los carozos están en su mejor momento AHORA. ¿Qué esperas para llenar tu cocina de fruta jugosa, imperfecta, y deliciosa?
¿Cuál de estas 4 recetas vas a probar primero? Cuéntanos en los comentarios o etiquétanos en tus stories cuando las prepares. Y si tienes otras formas favoritas de aprovechar los carozos de temporada, queremos saberlo.
Mientras tanto, nosotros seguiremos rescatando los carozos imperfectos que el retail descarta, para que lleguen a tu casa en todo su esplendor jugoso y sabroso. Porque en Maifud creemos que lo imperfecto es lo más perfecto que hay.
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